Déjalo ir. Castigar a su niño en edad preescolar o molestarla para sacarse el dedo pulgar de la boca no lo ayudará porque probablemente ni siquiera se da cuenta de que lo está haciendo. Los métodos como ponerse una venda elástica en el pulgar parecerán un castigo injusto, especialmente porque ella se entrega al hábito de la comodidad y la seguridad. Además, presionarla para que pare puede intensificar su deseo de hacerlo aún más.
Intenta esperarlo. Los niños generalmente dejan de chuparse el dedo cuando encuentran otras formas de calmarse y consolarse. Si su hijo tiende a chuparse el dedo cuando está hambriento, por ejemplo, pronto aprenderá a simplemente abrir el refrigerador y buscar algo para comer o pedirle un refrigerio en su lugar. Prefiere chuparse el dedo con otras actividades. Si puede identificar los momentos y lugares en los que su hijo en edad preescolar es más probable que se chupe el pulgar, mientras ve la televisión, por ejemplo, considere distraerla con una actividad sustituta, como una pelota de goma para apretar o marionetas con las que jugar.
Si tiende a chuparse el dedo pulgar cuando está cansada, podrías intentar dejarla dormir más tiempo o ir a la cama. O si se vuelve hacia el pulgar cuando está frustrada, ayúdala a poner sus sentimientos en palabras.
La clave es observar cuándo y dónde se produce la succión e intentar desviar su atención ofreciendo una alternativa. Juntos, usted y su hijo pueden encontrar soluciones que, con el tiempo, le ayudarán a dejar el hábito del pulgar. También puede descargar la aplicación llamada Parentlane http://goo.gl/hYvuHO. ¡Ofrecen consejos y consejos increíbles sobre la crianza de los hijos y el crecimiento del bebé!