Pregúntate qué es un sueño. Haz un esfuerzo consciente por entenderlo. Todo lo que ves, oyes, saboreas, tocas y hueles se convierte en memoria. Eso está almacenado físicamente. Dentro de la mente, estos recuerdos se activan para reproducir conceptos conscientes. Si es un recuerdo, la idea es practicar áreas de acceso a la memoria. Hacemos esto todos los días. Es la conciencia lo que le da una precisión milimétrica. ¿Qué es la imaginación? Eso también usa memoria. ¿Eventos pasados? Memoria. Ideas conceptuales? Memoria. La memoria nunca es mala, es información. Aquellos que tienen mala memoria en realidad solo no tienen acceso válido a la vía. La memoria todavía está allí. Si revisas tus recuerdos en el día, es un ejercicio simple que te ayuda a llegar a esos recuerdos más rápido.
Comprenda la plasticidad, porque saber esto le da razones para repasar los recuerdos otra vez. La plasticidad causa que las vías neuronales cambien muy ligeramente, pero el cambio hace que el mapa cambie. ¿Alguna vez te has preguntado cómo recuerdas un nombre un día, y sin embargo tienes dificultades para recordarlo al siguiente, y aún así lo recuerdas durante un período de tiempo? Esa es una nueva vía hacia el mismo recuerdo que en un momento se conocía en una ubicación diferente. Todos los días recopilamos datos nuevos y cada noche la mente optimiza esa información de forma similar a como desfigura una computadora. Que a su vez crea un nuevo mapa. Cuanto más practique ejercicios de memoria, más rápido accederá a la memoria, que también funciona por la noche cuando duerme.
Por último, pero no menos importante, entiende qué bloquea la memoria. Es como la construcción de carreteras en una carretera. El acceso se ralentiza y tiene que encontrar rutas alternativas. Encuentra el bloque y entiende su protocolo y puedes eliminarlo (al menos en la medida en que puedas pasar).