circuito, el sistema ambiental altamente controlado, como a bordo de la mayoría de las naves tripuladas voladas hasta la fecha tiende a ser libre de alérgenos, por lo tanto, un enfermo de fiebre del heno no tiene preocupaciones. Al menos uno de los llamados “Mercury Seven” era un paciente con fiebre del heno y con alergia al polen de ambrosía.
Cuando se trata de alergias a medicamentos o alimentos, estos tampoco son un problema. Siempre que se conozcan con anticipación, se pueden evitar mediante una cuidadosa selección de los elementos del menú en el plan de alimentos, así como opciones de medicamentos alternativos en el diseño de los kits médicos de la misión.
El desarrollo de alergias a varios animales de laboratorio es un fenómeno común y se ha documentado a bordo del ISS. Aquí hay un enlace a algunas diapositivas de conferencias presentadas a principios de este año por William Tarver MD MPH sobre el tema de los astronautas y las alergias a los animales, en la serie de conferencias Grand Rounds de la Universidad de Texas Medical Branch:
http://www.dsls.usra.edu/educati…
