¿Qué es peor, esperar para saber si tiene cáncer o saber realmente que lo tiene?

Estoy de acuerdo con Jeffrey Poehlmann, la espera es absolutamente peor. La mente quiere saber, y en ausencia de información objetiva, la imaginación se vuelve loca. Incluso si los hechos son malos, brindan enfoque y una forma de avanzar con un plan.

Lamentablemente, cuando estás enfermo, esperar (resultados de exámenes, citas, procedimientos, tratamientos) se convierte en una forma de vida y se ha identificado como una de las principales fuentes de sufrimiento en la experiencia de la enfermedad.

Si puede desarrollar algunas estrategias ahora para enfrentarlo, lo ayudarán en todo lo que sea que resulte su situación. Y si no tienes cáncer, te ayudarán en otros aspectos de tu vida.

Estoy hablando de formas de evitar el bucle cruel de imaginar lo que no sabes. Por ejemplo, prácticas de mindfulness, distracción constructiva, contrarrestar pensamientos (p. Ej., Si te encuentras pensando, “Pero el problema es …” inmediatamente contesta “Y una posible solución podría ser …”), mirando hacia arriba y hacia afuera. la distancia, de preferencia en una vista placentera, y así sucesivamente.

Buena suerte. ¡Te retendré en mis pensamientos por buenas noticias!

Para mí, fue la espera. Te pone en una especie de limbo. Una vez que tuve mi diagnóstico, a pesar de que era casi la peor opción disponible para mí, sentí una inmensa sensación de alivio porque entonces finalmente podría tener un plan de acción. He sido, en muchos aspectos, una persona más feliz desde entonces. Lidiar con el cáncer no es fácil, pero tampoco sin esperanza. La ciencia es excepcionalmente prometedora ahora y, si sigues siendo racional y evitas el miedo al mundo de la “terapia alternativa”, puedes hacerlo bastante bien. Solo asegúrate de que la comunicación permanezca abierta, sigas las mejores prácticas disponibles y asegúrate de tener un sistema de soporte decente en casa, cualquiera que sea la forma que tome. Este es el mejor momento en la historia para obtener un diagnóstico de cáncer. Sabemos más que nunca que tenemos disponibles opciones mejores, más directas y menos difíciles para muchos cánceres; el diagnóstico está disponible mucho antes a través de una mejor detección; las nuevas drogas que llegan al mercado en los próximos años son nada menos que cambios de juego. No saber qué está mal y cómo tratarlo solo llena la cabeza de preocupación y miedo: el conocimiento es poder y ofrece la capacidad de enfrentar cualquier problema.