El problema con la inyección de quimioterapia es la difusión. Un cáncer de un centímetro tiene mil millones de células cancerosas dentro. Si dejó caer un cáncer en una cubeta de quimioterapia, solo obtiene difusión a través de un puñado de capas de células. Es por eso que la quimioterapia se inyecta en el torrente sanguíneo porque los vasos sanguíneos pequeños (capilares) lo llevan a las células cancerosas.
Un mejor enfoque es la ablación del cáncer pequeño con calor (ablación por radiofrecuencia) o con frío (crioterapia). Más recientemente, se puede administrar radioterapia puntual muy especializada (radiocirugía estereotáctica).