Hay una realidad donde el intelecto es el único vector, pero los humanos normalmente viven en una realidad bidimensional atravesada por el intelecto y la emoción. Es por eso que los humanos pueden soñar de una manera que se desvía de la entrada de intelecto unidimensional.
Es difícil decir qué es una realidad “verdadera”, porque para eso hay demasiada falta de intelecto [1], se desconocen demasiadas cosas. Luego hay otro aspecto de la programación cultural [2], que crea límites de intelecto; además, existe el ego que intenta comprenderlo desde un único punto de vista [3]. Del mismo modo, cómo los humanos pensaron que el sol circundaría nuestra tierra.
Si bien la verdadera realidad requiere comprensión de todos los puntos. Todo esto crea las entidades que somos, seres curiosos (emocionales) perdidos del vector del intelecto, pero atrapados en la red de la emoción y el intelecto.