Si quitas los forros de las suelas de los zapatos y les permites a ellos y a los zapatos que se sienten afuera al sol durante unos días, los rayos ultravioletas del sol matarán a las bacterias.
He usado botas de invierno en el verano, tenía los pies sudados y terminé con botas tan aromáticas que podía olerlas en otra habitación. Después de dejarlos afuera en el sol por unos días, no podía oler nada.