La retina del ojo es una capa sensible a la luz del ojo que convierte la luz en señales eléctricas. Estas señales se envían al cerebro y se crean imágenes. La retina necesita suministro de sangre constantemente, que se recibe a través de una red de vasos sanguíneos. Con el tiempo en una persona diabética, los altos niveles de azúcar pueden dañar los vasos sanguíneos en 3 etapas:
· Retinopatía de fondo: en este pequeño bultos se desarrollan en los vasos sanguíneos. Estos no afectan la visión pero pueden sangrar levemente.
· Retinopatía pre-proliferativa : se caracteriza por cambios más severos que afectan los vasos sanguíneos y tienen un sangrado mucho más significativo.
· Retinopatía proliferativa: en esta etapa hay formación de tejidos cicatriciales y nuevos vasos sanguíneos en la retina, que sangran muy fácilmente. Esto también resulta en una pérdida de visión.
La retinopatía diabética si se diagnostica temprano puede tratarse con cambios en el estilo de vida y medicamentos.