En la medida en que los sueños de su infancia estén moderados por la realidad, la educación y la experiencia, la respuesta es sí.
Es fácil para un niño imaginarse a sí mismo como un astronauta, una superestrella de la NBA, pero la realidad de su fisiología y psicología puede hacer que eso sea imposible.
Sin embargo, no todos los sueños están enterrados y muchas personas terminan logrando sus sueños; con muchos descubriendo que el sueño excedió la realidad del logro.