Tener diabetes no significa que no pueda hacerse un tatuaje, pero antes de decidir que se haga uno, debe estar bien y asegurarse de que su diabetes esté bien controlada.
Los niveles altos de azúcar en la sangre, por ejemplo, pueden complicar el proceso de curación y aumentar el riesgo de infección. La presión arterial también debe mantenerse dentro del rango objetivo recomendado.
Tenga en cuenta que su nivel de azúcar en la sangre puede aumentar mientras se aplica su tatuaje.
Como este proceso puede ser bastante largo, doloroso y algo estresante, especialmente si ha elegido un diseño grande y complejo, otra razón por la que debe ser estable antes de que comience el procedimiento.
Sin embargo, deberían volver a la normalidad al día siguiente.