Mucho antes de que me perforaran las orejas, mi madre me advirtió sobre las alergias al metal, como el níquel y el cobre, porque tenía fuertes reacciones al metal cuando usaba ganchos o tachones. Afortunadamente, la alergia parece haber pasado por alto a mi generación.
La mayoría de los aretes baratos o de disfraces están hechos de metales económicos o mezclas de metales como el níquel o el cobre. Los metales como la plata esterlina o el oro son generalmente hipoalergénicos y son seguros para usar. Lo mismo aplica para el acero inoxidable, aunque no para todos.
Si encuentras el par perfecto de pendientes baratos, lo mejor es comprar ganchos sueltos que puedes usar para reemplazar los baratos. Puede encontrarlos en cualquier tienda de artesanía, pero necesitará alicates para doblar el metal.
Los síntomas de una alergia a un metal son picazón, hinchazón o enrojecimiento alrededor del sitio, en ocasiones una secreción clara o, en casos graves, ampollas.
Es una buena idea tener cuidado con cualquier tipo de metal que estés colocando en tu cuerpo. No solo aretes, sino también piercings en la lengua, las cejas, el ombligo, los labios y la nariz también reaccionarán si eres alérgico al metal.