Ciertamente.
La leche tiene un buen contenido de grasa, por lo que proporciona saciedad al desacelerar el vaciado gástrico. La leche también tiene un excelente contenido de proteína y calidad. Por último, el contenido de azúcar de la leche es relativamente bajo.
En general, los pacientes con enfermedad hepática grasa no alcohólica se benefician de:
- Un déficit calórico muy leve que es suficiente para perder peso lentamente.
- Reducción en la ingesta de azúcares y almidones para evitar picos de insulina que pueden empeorar la resistencia a la insulina (ya sean diabéticos o no).
- Aumento en el consumo total de calorías a través del ejercicio.
- Aumento de la masa muscular a través del entrenamiento de resistencia.
- Consumo de 1-4 tazas de café por goteo por día.
Lo que no deberían hacer los pacientes con enfermedad de hígado graso es la sobreexplotación, reducir las grasas o reducir el contenido de proteína. El sodio solo debe reducirse en el pequeño subconjunto de pacientes con hipertensión sensible a la sal o pacientes cirróticos. Recuerde: el consumo de grasa no causa hígado graso, del mismo modo que la ingesta de colesterol no causa hiperlipidemia.