Después de haber cambiado de trabajo de día a noche en mi carrera, además de pasar un año en Alaska, aprendí que el ajuste puede ser bastante difícil. Lo principal para lograr que tu cuerpo se adapte es entender que la oscuridad es tu amigo cuando te duermes. Las cortinas opacas son muy útiles si hay luz natural. Minimice el comer y beber antes de acostarse, especialmente el alcohol. Finalmente tuve que aprender a dormirme sin el televisor encendido antes de poder dormir bien por la noche. Recibí una radio con opciones de sonido suaves, y eso realmente me ayudó a hacer el cambio.
Con los años probé varios medicamentos para ayudar, pero siempre tuve miedo de dormir demasiado. Al final, encontrar una forma más natural fue mucho mejor.
