No soy consciente de que se está quitando la libertad de expresión. Nadie me impide decir todo lo que quiero decir, salvo el proverbial “abogacía por el derrocamiento del gobierno por la fuerza y la violencia”. Si has experimentado algo más, tal vez deberías darnos algunos ejemplos.
Tenemos problemas diferentes y más complicados. En Internet, todos están ocupados ejercitando su discurso libre en tal medida que crea una sobrecarga de información. Tienes que trabajar para descubrir qué creer.
Tenemos una prensa que se centra en el contenido sensacional que vende, más bien en las noticias reales.
Tenemos un sistema educativo que ha quedado paralizado por las pruebas de alto riesgo que no dejan tiempo para centrarse en la alfabetización de la información y las habilidades de pensamiento crítico que las personas necesitan con tanta urgencia para hacer frente a estos desafíos.