Si algún terapeuta se queda dormido durante una sesión (fingiendo o no), son incompetentes o manipuladores. No hay una buena excusa para este comportamiento.
La terapia no es un lugar para juegos de cabeza, aunque sucede con demasiada frecuencia.
Sus intenciones no importan. Si esto le sucede a usted, busque a alguien en quien pueda confiar para que actúe de manera profesional.