Esto solía sucederme a mí, cada mañana volteando a las 4:30, sin falta.
Comencé a preocuparme por la posibilidad de que hubiera un fantasma, o un recuerdo residual en la casa, de algunas horas tempranas de muerte o tragedia …
Hasta que una noche tuve gripe y no pude dormir. Había entrado y salido de un sueño febril hasta las 3 de la madrugada cuando me di por vencido y bajé las escaleras para tomar una bebida caliente y algunos analgésicos y escuchar la radio …
Y, he aquí, a las 4:30 a.m., uno de mis vecinos golpea la puerta de su casa, se sube a su camioneta, enciende el motor y corta el hielo del parabrisas, cierra la puerta y ruge al trabajo, lo cual debe haber estado haciendo todas las mañanas desde que me mudé
Dirigía su propio negocio, así que entraba todas las mañanas para comenzar a las 5 de la mañana, ¡más tarde lo descubrí!