La ansiedad se encuentra en la raíz del TOC. El trastorno en sí crea un estrés considerable porque el paciente (no usaría la palabra “paciente” porque el TOC aparece en un espectro, el 90% de los casos pasa desapercibido) es consciente de que su comportamiento es “anormal” pero no puede evitarlo.
El nivel clínico del TOC también conlleva depresión. Tienden a ser emocionalmente lábiles también. Esta situación hace que la persona se sienta aprehensiva y esté siempre “al límite”, enojada, propensa a los lamentos de llanto.
La depresión y el TOC ciertamente afectan el sueño, tendrán dificultades para conciliar el sueño y el sueño tiende a empeorar la afección en lugar de ser refrescante.
Mi consejo urgente a alguien: si sospecha que tiene algún síntoma de TOC, solicite ayuda médica. NUNCA intentes con “soluciones” como el alcohol o las drogas.
