Como residente de Wisconsin, la capital del queso de Estados Unidos, puedo asegurarle que comer queso no afecta sus sueños.
Para estar seguro, le pregunté a mi hermano que vive en Francia, donde hacen aún más queso que en Wisconsin. Dice que es mantenido despierto por la noche por los gritos de pesadilla del gourmet que come queso en el departamento que está sobre él. Es una broma. Probablemente sea todo el vino.