El ecosistema marino tiene una gran biodiversidad y las especies que lo habitan tienen una gran resistencia para tolerar las condiciones. Las bacterias que crecen en condiciones salinas tan elevadas se llaman especies halotolerantes.
Tienden a vivir en áreas tales como lagos hipersalinos, dunas costeras, desiertos salinos, marismas y mares y manantiales de sal interiores.
Los halófilos son organismos que viven en entornos altamente salinos y requieren la salinidad para sobrevivir, mientras que los organismos halotolerantes (que pertenecen a diferentes dominios de la vida) pueden crecer en condiciones salinas, pero no requieren concentraciones elevadas de sal para su crecimiento.
Existen tres mecanismos disponibles para que tales microbios se adapten y crezcan en diferentes concentraciones de sal:
1) El primero sería uno pasivo en el que el contenido de iones citoplasmáticos de la bacteria sería siempre igual al del medio (agua marina).
2) Un segundo mecanismo que es utilizado por muchos organismos implica concentrar solutos compatibles para crear un equilibrio osmótico entre el citoplasma y el ambiente externo.
3) El tercer mecanismo implica cambiar la fisiología de la célula para controlar el movimiento del agua permitiendo que la célula exista con un citoplasma iónicamente diluido.
Referencia:
Mecanismos de halotolerancia en microorganismos.
Halotolerance
