Por supuesto. Los padres hacen lo que pueden para que sus hijos practiquen un comportamiento responsable. La táctica de “golpearlos donde duele” es buena. Algunos padres se llevan teléfonos u otros privilegios; algunos padres instituyen ‘multas’.
Por supuesto, sería mucho mejor si estuvieras motivado por ti mismo. Pero solo tú puedes lograr eso, no tus padres. Si sus padres ven que no están aprendiendo a sentirse motivados, pueden sentir que su única opción es ayudarlos a comprender cómo funciona el mundo.
Cuando tienes un trabajo, si duermes y no trabajas a tiempo, el empleador impondrá consecuencias. Su pago puede estar atracado o incluso puede ser despedido. Si acelera, será multado. Si robas, serás encarcelado. Y así.
La sociedad opera bajo reglas de comportamiento y hay consecuencias por romper esas reglas. Tu padre te está dando ventaja al darte cuenta de eso.
Pon una alarma y asegúrate de que tus pies toquen el suelo antes de que tu padre entre a la habitación.