¿Las necesidades de sueño cambian a medida que envejecemos?

Según el estudio, los problemas para dormir no están relacionados con el envejecimiento; a veces, las afecciones médicas o emocionales relacionadas con el envejecimiento pueden interferir con el sueño.
Además, el envejecimiento afecta nuestro patrón de sueño, lo que nos hace sentir somnolientos más temprano en la noche y despertarnos más temprano en la mañana.