Estás sintiendo las secuelas de una descarga de adrenalina por tu cuerpo. El miedo, ya sea por un mal sueño o por algo que sucede en la vida real, hace que la adrenalina fluya a través de nuestros cuerpos. Esto da como resultado el modo “luchar o huir”.
A medida que la adrenalina abandona nuestros cuerpos, a menudo nos queda temblando. A menudo nos sentimos letárgicos y agotados.