Eres adicto a la adrenalina que recibes cuando procrastinas y debes hacer algo en el último minuto. Usted puede ayudar a entrenarse a sí mismo en esta adicción, premiándose con alimentos, bebidas o incluso endorfinas liberadas durante y después del ejercicio para liberarse de la única adicción y adquirir un hábito que sea más gratificante, socialmente aceptable o francamente útil.
El primer paso para romper cualquier adicción es admitir que tienes el problema. Admítelo a ti mismo, que el estallido de energía cuando TIENES QUE LLEGAR ESOS GRADOS, es uno de esos momentos en los que o te sientes menos cansado o tienes la energía suficiente para hacer las cosas. Esa es una trampa. Estás viviendo solo para disfrutar esos altibajos, y esos altibajos evocan mínimos estrepitosos no muy diferentes de otras adicciones. No tengas miedo de buscar ayuda, trabajar con otros y adaptarte a la causa de la adicción tanto como una estrategia para terminarlo.