¿Cómo se digiere la sacarosa?

La sacarosa pasa a través del tracto digestivo hasta que llega a los intestinos, donde es hidrolizada por la enzima sacarasa para producir fructosa y glucosa. Esos azúcares se transportan activamente a través de las membranas del intestino en venas que lo transportan al hígado (se llama sistema de portal hepático). A partir de ahí, algo de glucosa se convierte en glucógeno, y parte se libera al torrente sanguíneo para alimentar las células del cuerpo.