Fui al Stanford Center for Sleep Sciences and Medicine cuando tenía alrededor de 14 años para participar en un estudio de adolescentes con apnea del sueño severa.
Toda mi vida siempre estuve extremadamente cansada. Parecía que no importaba cuánto o poco dormía, estaba agotado cuando me desperté.
Esto impactó negativamente mi vida en cada faceta. Finalmente, fui elegido para el estudio antes mencionado. Me conectaron a todo tipo de máquinas. Pegaron electrodos por toda mi cabeza para controlar la actividad cerebral. Ojalá todavía tuviera la foto, parecía una placa de circuito. Me pusieron un tubo en la nariz y me dijeron que tratara de dormir.
La enfermera de allí me ayudó a dormir. Hicieron un poco de extracción de sangre y otras cosas administrativas. Cuando estaba en la cama, sus modales al lado de la cama eran tan suaves y reconfortantes, tocaba música relajante y me decía que para cuando había oscurecido me había olvidado de todas las cosas incómodas. Me quedé dormida.
Me desperté durante la mitad de la noche, como siempre hago, a veces muchas veces por la noche. Intenté ir al baño y descubrí que algunos de los electrodos estaban atados. Llevé conmigo las máquinas en las que estaban conectados los cables.
A la mañana siguiente me desconectaron. Las pruebas mostraron que casi nunca alcanzo el sueño REM y dejé de respirar por intervalos de hasta 45 segundos a la vez. El video fue aún más aterrador. Mi pecho se estremecería y jadearía por aire. La gente me dijo que roncaba pero nunca pensé que me veía así.
En base a estos resultados, me extirparon las amígdalas y mis conductos nasales se cauterizaron de manera esencial.
Antes usaba una máquina de apnea del sueño, pero luego la usaba sistemáticamente y eso marcaba una gran diferencia. Nunca había sido tan amable y descansado. Ahora parece que no lo necesito y duermo cómodamente sin él, que es lo que voy a hacer ahora. Supongo que utilizaron los datos obtenidos para comprender mejor el sueño, pero en ese momento yo era joven y no tenía una formación científica, así que nunca pregunté cuáles fueron los resultados del estudio ni cómo se utilizó mi información.
Buenas noches y dulces sueños compañeros de Quorans