Si ha podido dormir bien antes, lo primero que debe hacer es descubrir qué ha cambiado recientemente. Esto puede darle una pista sobre el motivo de su insomnio:
- Nuevos suplementos, medicamentos, alimentos, bebidas?
- Considera los factores estresantes recientes. Trabajo, estudios? Enfermedad o lesión, dolor? ¿Preocupaciones? ¿Viajar? Cambios en la rutina diaria? ¿Nuevas redes WiFi en su área?
Los altos niveles de hormonas del estrés (cortisol y adrenalina) podrían ser una causa de insomnio, ya que estamos destinados a permanecer despiertos para sobrevivir en una situación de “peligro”. A veces no podemos dormir por un período breve, por ejemplo, antes de escribir un examen desafiante, o cuando nos preocupamos por alguien a quien cuidamos. Usar nuestros músculos (llámelo “ejercicio” si lo prefiere) ayuda a reducir el exceso de adrenalina, pero preferiblemente no cerca de la hora de acostarse. Pasar tiempo al aire libre durante el día ayuda a aumentar los niveles de serotonina, que se convierte en melatonina y te da sueño, cuando estás en la oscuridad. Si el insomnio dura más de unos pocos días, consulte a un proveedor de atención médica.
La “higiene del sueño” es ciertamente una buena práctica, y los aspectos pueden incluir:
- Una rutina predecible antes de acostarse.
- Dormir en una habitación oscura, evitando la luz azul de las pantallas 2 horas antes de acostarse.
- Evite la contaminación electromagnética tanto como sea posible durante la noche (ningún teléfono móvil cerca de su cerebro, y preferiblemente en modo de vuelo, apague la función WiFi en su módem).
Incluso la mejor rutina e higiene del sueño no anulará la “respuesta de supervivencia” que produce altas hormonas del estrés. Si esa es la causa del insomnio, debe trabajar para resolver la respuesta al estrés, tanto física como emocionalmente.