Sus comportamientos pueden tener un gran impacto en su sueño y pueden contribuir al insomnio. Sus acciones durante el día, y especialmente antes de acostarse, pueden dificultar el quedarse dormido, permanecer dormido o dormir tranquilo.
Sus rutinas diarias (lo que come y bebe, los medicamentos que toma, cómo programa sus días y cómo elige pasar sus noches) pueden afectar significativamente su calidad de sueño. Incluso algunos pequeños ajustes pueden, en algunos casos, significar la diferencia entre un sueño profundo y una noche inquieta. Completar un diario de sueño de dos semanas puede ayudarlo a comprender cómo afectan sus rutinas a su sueño.
El término “higiene del sueño” se refiere a una serie de hábitos y rituales que pueden mejorar su capacidad para conciliar el sueño y mantenerse dormido. Los médicos del sueño certificados por la Junta recomiendan seguir una serie de hábitos de sueño sanos y de sentido común para promover un mejor sueño. Estos hábitos saludables de sueño son una piedra angular de la terapia cognitiva conductual, el tratamiento más eficaz a largo plazo para los pacientes con insomnio. CBT-I puede ayudarlo a abordar los pensamientos y comportamientos perjudiciales que le impiden dormir. También incluye técnicas para la reducción del estrés, la relajación y la gestión del horario de sueño.
Los especialistas del sueño recomiendan que siga los hábitos saludables de sueño que se destacan en este artículo. Si tiene dificultades para dormir o desea mejorar su sueño, intente seguir estos consejos de higiene del sueño. Si su problema de sueño persiste, el AASM recomienda que busque ayuda del equipo de descanso en un centro de sueño acreditado por AASM.
